Desde el inicio de la aplicación de “diferencias esperadas en la progenie” (EPDs) en el mejoramiento genético animal de los rodeos de cría, muchas han sido las características de importancia económica que se han incorporado a la batería actualmente disponible de herramientas genéticas.
Es así que, originalmente se trabajó con Peso al Destete, Peso a los 15 y 18 meses. En forma casi inmediata se agregó Peso al Nacer y luego de a poco se fueron sumando, Habilidad Materna, Circunferencia Escrotal, Cobertura de Grasa y Área de Ojo de Bife.
Más recientemente se incorporaron Facilidad de Parto Directa y Facilidad de Parto Materna, lo que hoy permite seleccionar por reproductores con menos problemas al parto sin lesionar las características de crecimiento, fundamentales para la ganadería de carne.
Mucho y muy bueno se ha hecho en relativamente poco tiempo y con una muy buena integración entre investigadores, cabañeros y productores comerciales. Siguiendo un orden preferencial en la incorporación de las características y generalmente con inquietudes surgidas desde el sector empresarial con respuesta del lado investigador, apoyados por trascendentes acuerdos con centros de investigación norteamericanos, fundamentalmente de Estados Unidos.
Sin embargo, aún hay características a las que no se les ha dado la importancia que efectivamente tienen y que son determinantes en ciertos momentos del ciclo productivo. Una de ellas es el pigmento ocular, el cual hoy sabemos la repercusión que tiene sobre la longevidad del rodeo de cría y mucho ayudaría el tener un EPD que permita ordenar la selección y tener una orientación más definida de las líneas genéticas que mayor incidencia tienen en procurarla.
Otra característica es la calidad de ubre. La importancia de una buena ubre nadie la discute y es uno de los motivos de refugo de vacas, tanto planteleras como comerciales. Hemos sí refugado por mala ubre pero no hemos seleccionado a favor de calidad de ubre. Es una característica que ha quedado restringida al ganado lechero, no hemos asumido hasta el momento la importancia que indudablemente tiene en las etapas más tempranas del ciclo productivo y en un momento en el cual las demoras y las dificultades que afectan al recién nacido se pagan caro. Se pagan caro por las pérdidas que generan en el desarrollo del recién nacido y también por el incremento de la mano de obra, en momentos que notamos crecientes dificultades en procurar mano de obra calificada y eficiente.
El hecho de que el Hereford uruguayo integre la Evaluación Genética Panamericana, nos da la posibilidad de acortar los plazos para lograr un EPD para calidad de ubre, ya que éste ha sido desarrollado por el Beef Improvement Federation y adoptado por las Sociedades de Criadores de las principales razas de carne de Norte América. Es un sistema sencillo, de práctica aplicación que evalúa por separado en una escala del 1 al 9 el tamaño del pezón y el sostén de la ubre en el momento inmediato al parto. Con datos obtenidos de la forma indicada y dentro de grupos contemporáneos válidos se generan las diferencias esperadas en la progenie (EPDs), que indican los desvíos en más o en menos para los puntajes de tamaño de pezón y sostén de la ubre.
La heredabilidad de calidad de ubre ha sido definida como “moderada”, lo que asegura un progreso genético relativamente rápido cuando aumentamos la frecuencia reproductiva de individuos mejoradores en esa característica. También es importante que la heredabilidad sea entre media a alta, cuando como en este caso la característica es medible en forma indirecta en los machos, o sea, a través de mediciones tomadas en sus hijas, madre, hermanas o abuelas.
En San José del Yaguarí hace tres temporadas de pariciones que venimos implementado el sistema de calificación de ubre en nuestro rodeo de madres y si bien con esto, aún no logramos un dato objetivo, nos ha permitido incorporar un lenguaje común para referirnos a las distintas formas de ubres y pezones de una forma sencilla y práctica, lenguaje que en un plazo razonable será extensivo al resto de las cabañas y de ahí a obtener el EPD para calidad de ubre, es un paso.
Drs. Pablo y Lucía Zerbino
SISTEMA DE EVALUACIÓN DE UBRE
(Fact sheet UDDER SCORING, American Hereford Association)
En la Imagen 1 se muestra el sistema de doble puntaje de evaluación de la ubre creado por la BIF en julio 2008 y adoptado por las principales razas de carne.
Tamaño del pezón
La escala va del 9 (Muy Pequeños) a al 1 (Muy Grandes, forma de globo) y son valoraciones subjetivas de largo y circunferencia de pezón. Los pezones demasiado grandes dificultan el amamantamiento de los terneros, los que podrían no estar recibiendo adecuadamente el calostro, llevando a una mayor incidencia de diarreas o bajos niveles de inmunidad.
Suspensión de la ubre
La escala va del 9 (Muy Firme) al 1 (Muy Colgante) y representan valoraciones de la suspensión de la ubre. Una pobre suspensión de ubre, resulta en ubres colgantes que dificultan el amamantamiento del ternero e indica una falta de soporte en el ligamento que une la ubre a la pared corporal de la vaca. Con el tiempo, el debilitamiento de este ligamento permitiría que la ubre cuelgue demasiado lejos del cuerpo y dejaría a la ubre expuesta a serios problemas y probables injurias.
Cómo calificar
La calificación de ubre debe realizarse dentro de las 24 horas del parto. Preferiblemente por la misma persona durante toda la temporada de parición. Se sugiere que los productores tomen el hábito de calificar las ubres cuando colectan los datos de facilidad de parto.
Se deben registrar los puntajes en dos dígitos. El primero será el del puntaje de suspensión de ubre, y el segundo dígito el de tamaño del pezón. Por ejemplo, si una vaca tiene un puntaje para suspensión de ubre de 7 y tamaño del pezón de 5, el criador debe registrar 75. En la Imagen 2 se muestran algunos ejemplos de calificaciones de ubre.
Este sistema de puntaje no toma en cuenta la producción o flujo de leche; éstos se miden con los EPD para el peso al destete (WW) y Leche y Crecimiento (M&G). Lo que se está buscando con esta característica es el tipo de ubre y pezón.
Publicación de EPD para calificación de ubre
Con la publicación de la Evaluación Panamenicana de Ganado en primavera 2015 (PACE), la AHA publicó las dos nuevas diferencias esperadas en la progenie (EPDs) para calidad de ubre. Las dos características – suspensión de ubre (UDDR) y tamaño de pezón (TEAT)- están ubicados en el cuadro de los datos de EPD, justo luego de peso adulto de la vaca (MCW).
Tanto los EPDs de UDDR como el de TEAT, son reportados sobre la escala de puntaje. Las diferencias de los datos de EPD entre toros, predicen la diferencia esperada en las características de ubre de las hijas de esos toros cuando son manejadas en un mismo ambiente. Por ejemplo, si un toro A tiene un EPD para UDDR de 0.4 y un toro B tiene un EPD para UDDR de -0.1, la diferencia en los valores es de 0.5, o medio punto. Si las hijas de los toros A y B son criadas y manejadas en un mismo ambiente, se esperaría una mejor suspensión de ubre en las hijas del toro A comparado con las del toro B.
De la misma manera, si un toro A tiene un EPD para tamaño de pezón de 0.4, y un toro B de -0.1, la diferencia entre esos valores es de 0.5, o medio punto. Si las hijas del toro A y B son criadas y manejadas en un mismo ambiente, se esperaría que las hijas del toro A tengan un menor tamaño de pezón, equivalente a medio punto de la escala, comparado con las hijas del toro B. Al igual que el sistema de puntaje, cuanto más alto el valor del EPD, mejor para ambas características.
Estas son importantes características para analizar porque los productores comerciales demandan genética libre de problemas. La pérdida de tiempo, longevidad y performance de los terneros, debido a la pobre calidad de las ubres no debe ser tolerada. Es importante recordar que se debe colectar los puntajes de calidad de ubre dentro de las 24 horas del parto – cuanto más cerca del parto, mejor. También es importante entender que no existe el puntaje perfecto, sino que lo importante es el ranking y las diferencias dentro de los rodeos.
